No
es posible que los peruanos tenemos que aceptar los cargos imputados contra
policías asesinados por sus propios compañeros en ejercicio de la función asignada por la ley y el estado de derecho, deben ser procesados y sancionados en igualdad de condiciones los actores de iter-criminis que oculta lazos de corrupción
en la Policía.
Como
se nos pretende hacer tragar un lado e la versión del comando policial,
generales incluidos, que tienen que ver con el manejo corrupto de la Policia,,
a quienes confiamos el combate de la delicuencia en el país, los soldados de la
ley, los ejecutores de la seguridad
ciudadana, que armados por el pueblo se dedican a resguardar la caja de la empresa privada, a los Bancos, y desatan feroz balacera publica en su defensa, sin
importar la vida humana.
En la sede policial se elaboran los iter-criminis a gusto del
cliente, toda clase de historias para sustentar los cargos, y empaquetar al detenido con ayuda Fiscal, es remitido a
sede judicial con las pruebas reunidas. A la fecha se puede imputar al
intervenido de marcas, los que pasaban por allí, pensaban robar,
secuestrar, sin llegar a probar su
inocencia, poseen antecedentes penales, lo demás es por añadidura, sembrar balas, armas, hierba mala y de la buena, para retenerlos y
obtener confesión bajo promesa, tortura,
y a veces se les pasa la mano, los presentan en fuga, tiroteo, mano
propia, existe una jerarquía copiada del ejercito, que no funciona, y encarece
el servicio de seguridad interna . Es de necesidad reorganizar el aparato
policial como entidad de servicio publica que debe coordinar sus acciones con
los gobiernos locales, provincial y regional.
La
libertad de Transito, de pensar, de defensa de los derechos humanos, de la presunción de inocencia, de mirar por
calles y plazas, se esta convirtiendo en un peligro constante, para los peatones, clientes, pasajeros, transeúntes, porque pueden ser victimas de una bala perdida, lejos de la escena del crimen, sin que nadie
asuma responsabilidad de la vida y salud
de la persona.
Hay
una falsa cultura sobre el concurso de derechos a proteger ante todo el
patrimonio, el dinero ahorrado, lo que nos ha costado adquirir con esfuerzo,
aunque les cueste la vida, y claro hay jóvenes que la han perdido por defender
a un tercero, victima de asalto, o por la defensa de su celular, de su
mototaxi, de su auto, se pierde la vida
que ya no es posible recuperar, quedan los suyos en la orfandad, y también el patrimonio, cuando lo segundo es posible
recuperar, por una pésima educación, las lacras se hacen temibles, crecen en la
impunidad, porque no se dedica tiempo, ni ganas
para investigar las perdidas y
muerte de un pobre vecino del pueblo.
Se
pretende complementar la labor de gendarmería, con las medidas de protección,
desde los Serenazgo, de guachimanes, de policía privada, aprovechando de la
juventud sin trabajo de la mano de obra barata, sin importar su mediana
preparación, falta de equipamiento, sin poliza de seguro y de protección de vida y salud ante los riegos de
accidentes propios de la funcion.
La Policía es necesaria, pero debemos estructurar, organizar, dotarla de tecnología moderna, de la preparación básica, equipamiento y
entrenamiento militar, de un sistema único de remuneraciones y de seguros, para proteger
la seguridad ciudadana.
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