sábado, 18 de septiembre de 2010

LA CRUELDAD DE LOS EXPERIMENTOS CON ANIMALES

LA CRUELDAD DE LOS EXPERIMENTOS CON ANIMALES. LA VERDADERA ATROCIDAD DE ESTAS PRÁCTICAS, Y SU DOCUMENTADA FALTA DE EFICACIA.

Las cifras finales resultan verdaderamente escalofriantes: la masacre de estos animales sirve en un 60% para aprender cómo matar en experimentos con fines bélicos, un 30% tiene fines cosméticos y únicamente un 10% tiene una finalidad sanitaria.

Dentro de ese 10% cuya finalidad es la sanitaria. La mayor parte de ellos son redundantes, inútiles e innecesariamente crueles. Existe abundante literatura sobre un excelso número de casos en los que la experimentación animal ha sido la causa directa de un gran número de tragedias en los humanos. Algunos ejemplos de ello son:

Talidomina: calmante recetado a mujeres embarazadas; produjo más de 12.000 casos de graves malformaciones en sus hijos.

Opreno: tratamiento contra la artritis; mató a 61 pacientes y causó más de 3.500 casos de reacciones adversas graves, aunque había sido testado en monos y otros animales, que no mostraron problemas.

Eraldin: tratamiento cardíaco recetado durante cuatro años antes de que sus desvastadoras consecuencias apareciesen; causó ceguera, problemas estomacales, dolores en las articulaciones y muerte.

Clioquinol: antidiarréico; causó 30.000 casos de parálisis sólo en Japón, miles de muertes y casos de ceguera en todo el mundo. Ninguno de los tests con animales, ni siquiera a posteriori, reveló su neurotoxicidad.

Flosinto: antiartítico; fue testado en ratas, monos y perros, siendo bien tolerado por todos ellos. Causó 7 muertes y 217 casos de efectos secundarios adversos en humanos.
Isuproterenol: las cantidades administradas a pacientes asmáticos fueron inadecuadas debido a la consideración de los tests en animales como válidos; murieron 3.500 personas sólo en Gran Bretaña.

Primacor: medicación utilizada cuando el corazón no bombea suficiente sangre; funcionó con ratas pero aumentó el número de muertes en pacientes en un 30%.
Osmosin, Teraptron, Flenac, Dietilestilbostrol, Zomax, Enbrel, Fialuridina y un sinfín de medicamentos más han sido retirados tras causar graves enfermedades y la muerte.

-Diferentes respuestas en distintos animales:
Aspirina: provoca defectos de nacimiento en ratas, ratones, perros o cobayas, y la muerte en gatos, pero no en humanos.
Insulina: causa malformaciones en ratones, gallinas y conejos, pero no en humanos.
Penicilina: mata a las cobayas, no tiene efecto en conejos (la expulsan por la orina), y es un antibiótico muy útil para el género humano, exceptuando alérgicos.
Arsénico: consumible en grandes cantidades por ratones y ovejas. MORTAL en pequeñas dosis para los humanos.
Morfina: sedante para las personas, causa excitación en gatos, ratones, cabras y caballos.
Digitalina: medicina para el tratamiento de enfermedades cardíacas, cuyo uso oficial fue retrasado muchos años al aumentar la presión sanguínea en los perros.
Estricnina: mortal para el género humano, inocuo en cobayas, monos y gallinas.
Escopolamina: 5 mg. matan a un humano; sin embargo, 100 mgs. no son dañinos en perros y gatos.
Cloranfenicol: en el ser humano causó un tipo de anemia de efectos mortales. No daña a perros, pero mata a gatos. Las vacas lo toleran, los caballos no.

Flúor: sin efectos en ratones; en ratas causa cáncer de boca y huesos.

Estreptomicina: antibiótico muy común, que en ratas es teratogénico.

"Necesitamos cobayas": la retribución es más bien escasa y el trabajo es peligroso, pero la comida es gratis y puede que hasta te demos vacaciones.

Si eres de los que soportas bien el dolor, ésta puede ser la profesión que más te convenga; sólo en Francia, cada año se producen 3,5 millones de empleos nuevos (aunque cada año mueren 200 millones de animales en todo el mundo como consecuencia de este "emocionante" trabajo).

El proceso es el siguiente: te meteremos en una jaula, te rociaremos la piel y los ojos con productos abrasivos -detergentes, cosméticos- para probar su inocuidad sobre los humanos. Te abriremos el cráneo e insertaremos electrodos para estudiar tus respuestas. Provocaremos tumores en tu cuerpo para comprobar si después somos capaces de controlarlos y hacerlos desaparecer. Te manipularemos genéticamente para que tus crías nazcan con las deformidades que a nosotros nos convengan para esos experimentos que nosotros nos empeñamos en llamar "científicos".


EXISTEN SIN EMBARGO NUMEROSAS ALTERNATIVAS A LA EXPERIMENTACIÓN ANIMAL, PERFECTAMENTE FIABLES. ES LABOR DE TODOS EL EXIGIR A LAS EMPRESAS E INSTITUCIONES QUE UTILICEN MÉTODOS DE EXPERIMENTACIÓN, QUE NO RETRIBUYAN EN MAS SUFRIMIENTO HACIA LOS ANIMALES.


Con atroces sufrimientos, anualmente mueren en el mundo millones de animales víctimas de la experimentación.
Distintas ramas utilizan animales: las empresas comerciales (cosmética, limpieza, etc.); la industria armamentística; los laboratorios farmacéuticos, las unidades de investigación de los hospitales y la investigación veterinaria.


El 99% de estos experimentos son repetitivos y sólo se realizan para justificar becas y patrocinios, o a los efectos de la publicación de un trabajo buscando notoriedad. Estos experimentadores desprecian los impresionantes "bancos de datos" que ya existen y gracias a los cuales se hacen innecesarias estas interminables repeticiones de experimentos que en su mayoría no son extrapolables al ser humano y en algunos casos suponen un freno al avance de la ciencia (como sucedió en el caso de la talidomida)

En otros casos, después de haber sido sacrificados miles de animales, las sustancias experimentadas han de ser retiradas del mercado, como sucede con muchos tipos de fármacos, por sus efectos secundarios en humanos, que han provocado incluso la muerte. Otros científicos utilizan la experimentación con animales para satisfacer una curiosidad malsana, jugando peligrosamente a ser Dios, como los trasplantes de cabeza realizados en primates por el neurocirujano Robert J. White, de la Case Western Reserve University, en Cleveland, EE.UU. Los primates no sobrevivían más de 96 horas después de salir de la anestesia. Luego vendrían los experimentos en humanos. ¿Es el Dr. Frankenstein sólo un personaje de película?

La sociedad cierra los ojos porque quiere beneficiarse de esta experimentación con animales y no quiere saber en qué consisten o cómo se desarrollan. Al hablar en favor del respeto a los animales y en contra de que se realicen dolorosos experimentos con ellos, puede parecer a algunos que es como si estuviésemos hablando en contra de la especie humana porque, en nombre de la ciencia, y en favor de la salud del hombre, todo queda justificado. Pero, ¿es esto así? La sociedad tiene que saber el costo en sufrimiento que suponen los avances científicos.

Un "animal de laboratorio" es un ser sano al que se le provoca una enfermedad para ser posteriormente sometido a intervenciones quirúrgicas cruentas para curar, no a él, sino la enfermedad, con el consiguiente dolor mientras enferma, dolor en el postoperatorio, etc. Y a ese animal sólo le espera morir como víctima del experimento o ser sacrificado porque ha dejado de ser útil. Además, durante la experimentación el animal pasa la vida prisionero en una jaula y sabe perfectamente que, cada vez que lo sacan de ella, es para producirle dolor.rimates, monos, perros, gatos, caballos, bovinos, cerdos, ovejas, cabras, conejos, hurones, chinchillas, marmotas, zarigüeyas, armadillos, cobayas, hamsters, ratas, gerbillos, y todo tipo de mamíferos, incluso murciélagos, además de aves, anfibios, reptiles y peces, son "material" utilizado en experimentación.

Experimentación de animales en la industria cosmética
La industria cosmética es un ejemplo de la inutilidad del 90% de los experimentos.

Espumas de afeitar y dentríficos son introducidos a presión en el estómago de los animales; enormes dosis de depilatorios o colorantes les provocan espantosas úlceras; sustancias irritantes son aplicadas en los ojos de los conejos inmovilizados (test "Drize"), hasta provocarles ulceraciones. Otras pruebas causan hemorragias, convulsiones y, tras una espantosa agonía, la muerte (DL50)

Test "drize"

Para probar, por ejemplo, un nuevo champú, son introducidos una gran cantidad de conejos en cajones que parecen cepos porque tienen un sólo agujero para el cuello, de modo que sólo les queda fuera la cabeza y sin posibilidad de esconderla ya que el agujero es tan estrecho como el cuello del animal.

Durante varios días, les vierten en uno de los ojos una solución concentrada del producto en cuestión, y el ojo sano sirve como referencia. ¿Por qué se utilizan conejos? Porque estos animales no lagrimean lo suficiente como para que la lágrima limpie el ojo y elimine la sustancia. Además, para mayor seguridad, les sujetan los párpados con pinzas para que ni tan siquiera puedan parpadear al sentir el contacto de la dolorosa sustancia en un intento natural de aliviar tanta tortura.
La reacción más fuerte suele provocar la pérdida de la visión, y, con anterioridad, hinchazones e irritaciones. ¡El animal chilla y golpea con las patas el cajón, buscando alivio... un alivio que no llega, y muchos se parten la columna vertebral en los desesperados intentos por liberarse!

Test de la piel

Es otro tipo de experimentacion con animales de los muchos que existen. Como es imprescindible poner al descubierto la piel, le arrancan el pelo con cinta adhesiva. El animal ha sido previamente inmovilizado para impedir que se rasque o se lama la futura herida. Le aplican las sustancias irritantes con las que se esté experimentando y luego le cubren la zona con yeso adhesivo. Días después, observan los investigadores la reacción del irritante. Esta prueba puede repetirse, y en la misma zona del cuerpo, durante todo un año.

Experimentación con animales de sustancias peligrosas
La palabra "DL50" significa "Dosis Letal 50". El 50% del grupo de animales utilizados en el experimento han de morir obligatoriamente, víctimas de terribles sufrimientos.

Muchas son las empresas que poseen sustancias calificadas como peligrosas, que experimentan en animales: sustancias como hidróxido sódico, nitrato mercurioso, ioduro potásico, ácidos fórmico, tánico, sulfúrico, clorhídrico, mercurocromo, fluiresceína, resolcinol, etc. Es obligatorio que estas sustancias sean experimentadas en animales: al menos, DL50 oral en rata o DL50 cutánea en rata o conejo, o CL50 inhalatoria en rata. Es decir, los animales son sometidos a estas sustancias mediante tres procedimientos distintos: oral, cutáneo o por inhalación. El criterio Hazard Rating (HR) posee tres niveles de peligrosidad de la sustancia. Un HR indica LD50<400 mg/K., o LC50<100ppm, o TLV<100ppm, es decir, que el material es explosivo, espontáneamente inflamable o altamente reactivo. Esto significa que les introducen por la boca, la nariz o la piel, sustancias que explotan, se encienden solas o les corroen la piel.

¿Alguien puede simplemente imaginar las agonías y las terribles muertes que sufren esos animales?


No me importa saber si un animal es capaz de razonar. Solo sé que es capaz de sufrir y por ello lo considero mi prójimo.(albert schweitzer).  




skap - animales de laboratorio

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